Artículo opinión: El semáforo de la discordia.

Consciente de la necesidad del semáforo, pero insto a explorar otras alternativas

Como habitante de Altea, me encuentro en una posición incómoda ya que, aunque estoy en contra de la instalación del semáforo que permite únicamente un carril en la carretera, reconozco la necesidad de esta medida para salvaguardar la seguridad de los peatones. Aunque considero que poner el semáforo por el momento puede ser la decisión más óptima, insto enérgicamente a las autoridades a buscar otras alternativas que permitan garantizar la seguridad de los peatones sin afectar gravemente el flujo del tráfico.

La seguridad peatonal es absolutamente crucial, especialmente considerando el incremento en la popularidad de modos de transporte no motorizados como caminar o andar en bicicleta después de la pandemia. Es vital proteger a los peatones y garantizar que puedan moverse con seguridad por nuestra ciudad. Sin embargo, debemos ser conscientes de que la instalación de un semáforo que restringe el tráfico a un solo carril puede tener importantes repercusiones en la congestión y los tiempos de desplazamiento de los conductores.

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Es fundamental que se realicen estudios exhaustivos y se busquen alternativas que minimicen los inconvenientes asociados con la instalación del semáforo. Quizás se puedan considerar medidas como la creación de pasos peatonales elevado en el rompeolas, la ampliación de aceras sobre el mar o la implementación de una reestructuración completa de la planificación urbana de la zona. Estas soluciones podrían garantizar la seguridad de los peatones sin causar una disminución significativa de la capacidad de tráfico en la carretera.

Además, es importante destacar que la instalación del semáforo también puede tener un impacto negativo en el aspecto económico de nuestra ciudad. Altea depende en gran medida del turismo y un flujo de tráfico eficiente es esencial para mantener una economía próspera. Restringir un carril con un semáforo puede desalentar a los visitantes y afectar negativamente a los negocios locales.

Por lo tanto, insto a las autoridades y a mis conciudadanos a explorar estas alternativas y a involucrarse en un diálogo constructivo. Es necesario buscar un compromiso que priorice la seguridad de los peatones sin causar un impacto excesivo en el flujo del tráfico o la economía local. La participación activa de la comunidad puede brindar ideas frescas y soluciones innovadoras que podrían ayudar a encontrar un equilibrio adecuado.

En resumen, aunque estoy en contra de la instalación del semáforo unidireccional, reconozco la necesidad de garantizar la seguridad de los peatones. Poner el semáforo puede ser la medida más óptima en el corto plazo, pero exhorto a las autoridades a buscar otras alternativas que minimicen el impacto en el flujo del tráfico y la economía local. La seguridad debe ser una prioridad, pero también debemos buscar soluciones equilibradas que aborden todas las preocupaciones de manera integral.